La �desconexi�n� pol�tica de Sharon
Actualidad Israel�
Ariel Sharon ya logr� lo que quer�a: impuso la aprobaci�n de su plan de desconexi�n por etapas y si todo sale de acuerdo a su idea, a fines de 2005 no habr� presencia jud�a en la Franja de Gaza. Pero lo que deber�a presentarse como un �xito de su gesti�n como primer ministro y como un paso l�gico en su estrategia frente al terror palestino, en verdad debe ser interpretado como una clara demostraci�n de la incompatibilidad que existe entre la decisi�n de Sharon de romper con los tab�es de la derecha israel� y las ideas que est�n enraizadas en su propio gabinete que, justamente, representan a los grupos m�s reaccionarios de la sociedad israel�.
Quiz�s Sharon pens� resolver esta cuesti�n cuando convoc� solo a su partido a un refer�ndum para aprobar la viabilidad de su plan de "desconexi�n unilateral". Si lograba una victoria en sus propias filas iba a dejar sin argumentos a los sectores de la ultra derecha y al mismo tiempo podr�a disciplinar a su gabinete. Pero le sali� todo al rev�s y para lo �nico que pareci� servir ese mamarracho pol�tico fue para desnudar la realidad: mientras est� coalici�n siga en el gobierno Sharon deber� hacer maniobras pol�ticas de dudosa institucionalidad, como las que realiz� d�as antes de la votaci�n de gabinete que autoriz� la implementaci�n del plan, para mantener su palabra de poner punto final al conflicto con los palestinos, con o sin acuerdo.
Sharon se meti� solito en un embrollo del que si logra salir lo va a hacer demasiado da�ado: rif� el plan de "desconexi�n unilateral" que ten�a el apoyo de 60 por ciento de los israel�es en un refer�ndum en el que particip� solo el 4 por ciento de la poblaci�n. Y ahora para superar esta torpeza pol�tica Sharon est� poniendo en peligro a su gobierno y llevando al pa�s a una crisis pol�tica cuya duraci�n y consecuencias son muy dif�ciles de prever. Sharon ten�a en la mano los mecanismos necesarios para legitimar su plan y disciplinar a su partido. Deb�a hacer lo l�gico y llamar un refer�ndum abierto a toda la poblaci�n pero opt� por lo inexplicable. Ahora se encuentra rodeado de ministros que le quitaron apoyo a su nuevo plan de desconexi�n y empez� a realizar jugadas pol�ticas implacables y bruscas. Dos d�as antes de la votaci�n del gabinete para respaldar el nuevo plan despidi� a dos ministros para equiparar la balanza en la votaci�n y as� asegurarse un triunfo que le impida hacer otro papel�n frente a la sociedad israel� que todav�a lo apoya y frente al presidente estadounidense Geroge Bush. Sharon est� dispuesto a hacer todo lo posible para retomar la iniciativa pol�tica y env�a mensajes a dos puntas: por un lado debe demostrarle a Bush que lo que le pas� a principio de mes fue solo un error que no esconde ning�n otro objetivo pol�tico y al mismo tiempo env�a se�ales a su amigo Shim�n Peres para que se prepare en caso de que su coalici�n se derrumbe.
Sharon mostr� algo que nadie pod�a endilgarle: torpeza pol�tica. Si su estrategia, en caso de perder el refer�ndum, fue quedar posicionado como una "paloma" dentro de su partido no parece ser algo demasiado destacable: quien qued� a su "derecha" es el sector m�s reaccionario del Likud que basa su existencia en permanecer en Gaza rodeado por mas de un mill�n de palestinos frustrados y en la extrema pobreza, que ven esa presencia como una ofensa. Tambi�n este statu quo es un insulto para la mayor�a de los israel�es que consideran la presencia de 7500 personas viviendo fortificadas en un territorio hostil como una provocaci�n.
De cara a la sociedad israel� tambi�n le fue mal. Gener� una ola de desconfianza entre aquellos que le dan un apoyo condicional a su actual pol�tica hacia los palestinos. Este sector de la sociedad aprueba su accionar pero est� siempre alerta por si las predicciones de los m�s esc�pticos se cumplen y Sharon termina empantanando cualquier v�a de soluci�n pacifica. Y la frutilla del postre fue que gracias a su ingenua jugada logr� lo que nadie: resucit� a la izquierda israel� que se moviliz� y reuni� a m�s de 100 mil personas en Tel Aviv para exigir la retirada de la Franja.
Frente a la opini�n p�blica internacional y a los gobiernos europeos Sharon siempre pierde, pero la reacci�n de los medios de comunicaci�n frente a la derrota de su propuesta dentro de su partido result� sorprendente. Empezaron a considerar las bondades del plan de desconexi�n reci�n cuando fue rechazado por el Likud. Hasta entonces se trataba de otra "jugada de Sharon" para desviar la atenci�n mientras se segu�a sometiendo al pueblo palestino.
A todo esto los l�deres palestinos no pueden salir de su inmovilismo. Para algunos analistas tienen la oportunidad de aprovechar los cortocircuitos internos israel�es para tomar la iniciativa y empezar a manejar el ritmo de las negociaciones. Hay una opci�n que se les presenta: declarar un cese de fuego unilateral para dar una se�al de cambi� de acci�n. Pero esto es inimaginable sin el visto bueno de Arafat quien todav�a tiene una �nica preocupaci�n y es personal: nada puede ser m�s importante que su situaci�n de encierro en la Mukata. Si �l no sale de ah� no hay ninguna posibilidad de abrir v�as de di�logo con Israel.
Durante la operaci�n "Arco Iris" llevada a cabo por el ej�rcito israel� en Rafah, Hamas mat� a once soldados israel�es y despu�s de mucho tiempo logro un �xito "militar". Para los admiradores internacionales de Hamas, que dominan gran parte de la opini�n p�blica internacional, este golpe al ejercito israel� ubic� a Hamas en el lugar que a ellos m�s les gusta: si cuando asesinan civiles son considerados como miembros de la resistencia, ahora que su objetivo fue atacar soldados que est�n dentro de la Franja de Gaza la idea rom�ntica de la guerra de guerrillas se exacerba. Pero los mismos miembros de Hamas se encargaron de poner las cosas en su lugar: no pudieron con su naturaleza y se dedicaron a destripar los cuerpos y patear las cabezas de los cad�veres de los soldados.
El resultado de esta operaci�n en Gaza para inmovilizar el tr�fico de armamento entre la ciudad egipcia de Rafah y la hom�nima palestina que ocasion� la muerte de varios civiles palestinos refuerza la idea de que permanecer mucho m�s tiempo en Gaza, m�s all� de las necesidades de seguridad, es lo m�s parecido a un desprop�sito pol�tico y militar y va desgastando la imagen de Israel en el mundo que ya de por si est� en el subsuelo.
Apenas el Likud le censur� su propuesta, Sharon empez� a dise�ar un plan B que en l�neas generales respeta los lineamientos del original. Hay un cambio que aunque sea sem�ntico no es menor. Este nuevo plan se denomina "Plan de separaci�n en cuatro etapas". Lo de unilateral despertaba demasiado rechazo en los sectores m�s sensibles de la derecha israel� y no daba ninguna posibilidad de abrir canales de dialogo con los palestinos. Esta nueva versi�n contempla esta alternativa aunque no condiciona el avance del plan. Otro cambio importante tiene que ver con el destino que van a tener las edificaciones m�s sensibles como las casas de los colonos y las sinagogas. Iban a quedar bajo una tutor�a internacional pero ahora ser�n destruidas: los israel�es tienen miedo de que sean usadas para homenajear a los terroristas suicidas regal�ndoselas a sus familias.
Una nueva realidad pol�tica se avecina en Israel. Las alianzas pol�ticas siempre tienen l�mites por su propia naturaleza y la coalici�n que hoy gobierna Israel lleg� al techo de sus posibilidades, por lo menos en lo que se refiere a construir una salida pol�tica con los palestinos. Sharon lo sabe y deber� actuar en consecuencia si no quiere volver a ser un gris referente de la oposici�n. Ya no tiene margen para otra equivocaci�n.
|