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Dossier 8 - Hoja de Ruta Vs. Acuerdo de Ginebra: entre la esperanza oficial y la alternativa minoritaria.

Intentos de paz

 

Los acuerdos de Oslo tuvieron dos características particulares: fueron una obra maestra de la diplomacia secreta y pusieron sobre la mesa, como nunca antes, cuestiones que parecían intratables entre israelíes y palestinos. Pero su diseño improvisado y la lógica del Medio Oriente conspiraron contra sus buenas intenciones y todo se precipitó hacia un fracaso político fenomenal sin precedentes, que llevó al conflicto entre israelíes y palestinos a su estadio más sangriento. Diez años después Medio Oriente y el mundo son otros, y como si respondieran a una perversa lógica, las alternativas políticas volvieron a ganar terreno cuando la sangre parecía ser la única protagonista de esta historia.

 

La Hoja de Ruta

En junio de 2002, por primera vez en la historia, en los jardines de la Casa Blanca, un presidente de Estados Unidos habló de la inexorabilidad de establecer en Medio Oriente un Estado palestino. Pero Geroge W Bush le ponía una condición a su deseo: lo que tenía que nacer al lado de Israel no podría ser una Estado "canalla", es decir, un país sin un poder centralizado que se haga cargo de todas sus responsabilidades. El objetivo esencial de esta doctrina que tomó forma definitiva después del 11 de septiembre de 2001 tiene como única dirección terminar con el desmadre en los territorios palestinos donde conviven varias facciones terroristas que ejecutan sus planes con la luz verde que parece prenderle Arafat al mismo tiempo que denuncia ante el mundo que no los puede controlar por la ocupación israelí.

Un año después, en Akaba, Jordania, Abu Mazen se presentó ante el mundo como el nuevo representante de los palestinos, y junto con el primer ministro israelí Ariel Sharon inició la Hoja de Ruta. Un plan que fue impuesto a israelíes y palestinos desde afuera, por el cuarteto que componen EEUU, la Unión Europea, Rusia y la ONU. Esta arquitectura diplomática respondía e intentaba hacer equilibrio entre las dos partes enfrentadas y satisfacía en cierta manera sus exigencias primarias. Por un lado, y como siempre quisieron los palestinos, intervendrían en este asunto, sin necesidad de presencia militar, las potencias extranjeras para "garantizar" que se vayan cumpliendo las fases del acuerdo. Por el otro exigía a los palestinos sincerar sus intenciones: si de verdad querían un Estado tenían que eliminar el terrorismo y aceptar la existencia de Israel como un Estado judío.

La Hoja de Ruta tiene como primer objetivo detener el ciclo de violencia que empezó en la región en septiembre de 2000, cuando Yasser Arafat le declaró la guerra a Israelluego de rechazar las propuestas presentadas por Ehud Barak en la cumbre de Camp David. Y su objetivo final es que a fines de 2005 se deje creado el Estado palestino. En el medio se tienen que dar pasos para ir reconstruyendo las relaciones ensangrentadas entre israelíes y palestinos.

En definitiva, la Hoja de Ruta pretende ser un plan cargado de realismo que sólo funcionará en la medida en que se vayan cumpliendo los compromisos firmados uno tras otro, porquesolo contempla un avance gradual. Y si bien es esto lo que lo diferencia de Oslo, es aquí donde reside la dificultad mas importante; por ejemplo, el primer paso que se les exige a los palestinos es acabar con toda la infraestructura terrorista. En el mejor de los casos, a la Autoridad Palestina le puede llevar varios meses negociar y convencer a las distintas facciones terroristas para que se desarmen y confíen en un nuevo proceso político.Y la paciencia en Medio Oriente no es algo que abunde. De hecho, Abu Mazen debió irse al no poder posicionarse como un líder creíble para su gente y por las presiones de EEUU e Israel que lo obligaban a domar más urgente que rápido a los grupos terroristas.

Nueve meses después de su lanzamiento lo único que se puede concluir es que la Hoja de Ruta está paralizada en su primer etapa y esto lleva a un desgaste que solo se traduce en mas violencia. Este statu quo sólo beneficia a aquellos que prefieren esta situación de estancamiento para no ceder nada en pos de la paz definitiva. Para el gobierno israelí la Hoja de Ruta es un plan claro y razonable y consideran un imperativo implementarlo, porque trae consigo una ecuación clave para Israel: sólo con la seguridad garantizada se puede hablar de paz. La Autoridad Palestina la ve como una oportunidad para normalizar el caos en los territorios y para recuperar protagonismo frente a una sociedad quebrada y cada vez más escéptica.

 

El acuerdo de Ginebra

Paralelamente a este embestida internacional que logró comprometer a las máximas autoridades palestinas e israelíes, pero que a la vez está empantanada sin poder arrancar ,un minoritario grupo de políticos, intelectuales y académicos de ambas partes lanzaron y firmaron una propuesta para lograr un acuerdo inmediato y final entre los dos pueblos. El acuerdo de Ginebra, que se firmó en esa ciudad europea el 1 de diciembre del año pasado, no es un plan de fases sino un intento paralograr de un solo golpe diplomático, rápido y certero, cerrar el conflicto. También apelaron al apoyo internacional y lograron una eficiente repercusión pública.

Pero los Acuerdos de Ginebra tienen en su virtud su peor defecto: condensan en un solo plan las dos iniciativas más generosas que se hayanconocido en el Medio Oriente (el ofrecimiento de Ehud Barak en Camp David y la posterior negociación que se dio en Taba, ya cuando la mal llamada �Segunda Intifada� empezaba a sembrar el terror). Esto quiere decir que por ser los lineamientos básicos de esta iniciativa progresista y hasta revolucionaria, este pacto corre el riesgo de transformarse en letra muerta muy rápido, en algo impracticable. Así y todo este grupo de palestinos e israelíes piensan que los miles de muertos que deja esta guerra y los sucesivos fracasos de acuerdos de larga aplicación justifican y abren como nunca la posibilidad de establecer un acuerdo definitivo y rápido.

A diferencia de la Hoja de Ruta que se discute en los altos niveles del poder, los acuerdos de Ginebra pueden definirse como una negociación mixta, en la cual intervienen intelectuales, académicos y políticos alejados de los centros de poder y gente que está muy cerca de quienes toman decisiones. Y esto a veces genera incomodidad. Los representantes palestinos que concurrieron a la cita en Suiza con motivo de la firma del acuerdo y que tuvieron activa participación en su difusión tenían carácter oficial o semioficial: eran ministros en el actual gobierno palestino o personas vinculadas a Arafat. Y si bien tienen en la cabeza la idea de hacer las paces y de hablar de esperanzano perdieron la oportunidad de decir lo que a la calle palestina le gusta escuchar: le siguen pidiendo cuentas a Israel por todas las maldades que le han hecho sin decir ni una sola palabra en contra del terrorismo palestino contra civiles. En cambio, los representantes israelíes que no iban en nombre de ningún organismo oficial hablaban con total libertad y hacían lo imposible para complacer a la otra parte porque después no debían darle explicaciones a nadie: están muy lejos del poder.

El Acuerdo de Ginebra fue atacado y desprestigiado por todo el arco político israelí, Sharon y Shimón Peres incluidos. Pero la seriedad y prolijidad con que se diseñó, obligó a que no sólo los líderes europeos más importantes se interesen por él: también el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, recibió a los arquitectos de "Ginebra" para escuchar de primera mano sus intenciones.

 

 

Entre Ginebra y �La Hoja de Ruta�

 

Por Dov Avital 

(Desde el kibbutz Metzer, Israel)


 

Una de las principales críticas al denominado �acuerdo de Ginebra� es que no sigue el trazado de la �hoja de ruta�, la cual se ve como el camino oficialmente aceptado hacia un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos. 

����������� La lógica subyacente en la �hoja de ruta� es que el nivel de animosidad y desconfianza entre las partes es tal que es imposible negociar los detalles de un acuerdo final en la presente etapa, y por lo tanta la única forma de avanzar es ir removiendo los obstáculos al entendimiento, uno por uno, de acuerdo al orden de urgencia percibido por cada parte. En este espíritu, la remoción de los obstáculos (terror, ejecución selectiva de activistas, expansión de asentamientos, propaganda difamatoria e incitadora al odio, etc, etc) permitirá, al mismo tiempo, concentrarse en los detalles del acuerdo, y hacerlo en una atmósfera de entendimiento y distensión.

����������� La �hoja de ruta� fue impuesta por la comunidad internacional, especialmente los Estados Unidos, a ambas partes, y una vez que éstas la aceptaron, fue reconocida como la vía principal (y hay quien sostiene que única) hacia un acuerdo.

����������� Con este trasfondo, es lógico que parte de la crítica hacia el �acuerdo de Ginebra�, que se ocupa directamente de los detalles concretos de un posible acuerdo de paz, sin detenerse en pasos intermedios, se centre en la idea de que el no hacerlo impedirá cualquier progreso. O en otras palabras, el delinear la solución al fin del conflicto ya en esta etapa la convierte en un objetivo inalcanzable, por la dimensión de los obstáculos mencionados.

����������� Y si es así, �cómo ocurre que gente bien intencionada de ambas partes, paladines de la lucha por la paz con comprobada trayectoria, actúan aparentemente de modo que aleja a sus pueblos del fin del conflicto? Para entender esta aparente contradicción, hay que analizar la forma en la que los líderes de ambas partes dieron su aprobación a la �hoja de ruta�, y cómo vieron los pasos subsiguientes.

����������� Ni el Gobierno de Sharon ni la Autoridad Palestina de Arafat se entusiasmaron con la �hoja de ruta�. En condiciones naturales, la hubieran rechazado alegando que si bien las intenciones son loables, corresponde primero a la otra parte cambiar su actitud o desistir de actividades que obstaculizan el progreso, y paralelamente alegar que sus propias actividades criticadas son respuesta natural o inevitable a las de la otra, etc, etc. Asimismo, los liderazgos de cada lado temen a su oposición interna, a sus �ultras�, quienes están dispuestos a forzar una crisis total si su propia autoridad accede a las demandas de la otra parte (desmantelamiento de asentamientos �bajo terror� en el caso israelí, suspensión de las �actividades de resistencia� (léase terror contra civiles) mientras �continúa la ocupación� (por el palestino).

����������� Lo que llevó a los líderes de cada lado a aceptar formalmente la �hoja de ruta� no fue el deseo de encontrar una vía para el acuerdo político sino el temor de aparecer a ojos de los Estados Unidos como quien pone en peligro la política global de éstos respecto al Medio Oriente por una insistencia desmedida en cuestiones locales, incluso pueblerinas, a vistas de los americanos.

����������� La relación no es paralela, pero el costo de enemistar a los EEUU es crítico para ambas partes: el gobierno israelí sabe que su país depende económica y militarmente de la continuación del alineamiento con EEUU, mientras que los palestinos temen un escenario en que los americanos den �vía libre�, con el pretexto de la lucha mundial contra el terrorismo al gobierno de Sharon para ejecutar acciones unilaterales de anexión de tierras e incluso forzar la emigración de partes de la población palestina.

����������� Ambas partes aceptaron por tanto a regañadientes la �hoja de ruta�, asumiendo que sus cartas ganadoras están en la otra parte: en esta especie de póker inverso, cada actor cuenta con que el otro hará algo que le permita no cumplir sus propias obligaciones. Nuevamente: para los palestinos Sharon no es capaz de desmantelar asentamientos ( y por lo tanto ellos no pueden controlar �la lógica respuesta� de los grupos terroristas), y para los israelíes Arafat no puede controlar a las bandas palestinas armadas (y por lo tanto es preciso mantener la presencia militar más asentamientos, etc.)

����������� Aquí aparece el concepto de Ginebra, junto a otros similares como la iniciativa de Seri Nusseiba y Ami Ayalón: si los gobiernos aceptaron sólo formalmente la hoja de ruta, y se ocupan de explicar a americanos y al resto de la comunidad internacional que no hay forma de avanzar porque �no hay acuerdo posible con la otra parte�, aquí se muestra que sí lo hay, tanto a nivel de principios compartidos (Nusseiba-Ayalón) o de soluciones detalladas hasta el último metro en el terreno, como en Ginebra.

����������� Los acuerdos de Ginebra lograron trastocar la táctica de sabotaje de ambas autoridades a la �hoja de ruta�, y rápidamente se vio un aluvión de contactos, diálogos e iniciativas �oficiales� para negociar acuerdos, principios, capítulos del acuerdo final, y todo aquello en que súbitamente se encontraron en falta.

����������� Existe otra dimensión importante, que es el estado de ánimo de la gente en ambas partes: el estancamiento del proceso de la �hoja de ruta�, junto a la cantidad de voces que se apresuran a pronunciarla muerta (siempre por culpa de la otra parte) lleva a un fatalismo en el que los gobiernos obtienen aceptación a su falta de coraje político para llegar a un acuerdo histórico por bien de sus pueblos. El proceso de Ginebra tiene como principal objetivo mostrar a la población de ambas partes que la continuación indefinida del círculo de violencia, muerte y destrucción económica y social no es algo inevitable, sino el resultado de la actitud de sus gobiernos. No viene a reemplazar a los gobiernos, sino a crear una atmósfera propicia para pasos valientes que éstos den, para crear una alternativa política en la que los gobiernos puedan sobrevivir una crisis de desconfianza por parte de los sectores �ultras� correspondientes.

����������� Aunque concordamos con el principio de que los pactos entre naciones se hacen por la vía de sus representantes oficiales y democráticamente electos, éstos tiene que gozar de una atmósfera pública favorable. Más aún: ningún acuerdo político podrá ser implementado ni mantenido sin una disposición de la gente al reconciliamiento gradual y al demostrar en los hechos cotidianos que un acuerdo que implica renunciamientos dolorosos es mejor que la situación actual. A eso apuntan los acuerdos de Ginebra, quienes no son más que una muestra de acuerdo posible. Es de imaginar que si las autoridades se sentaran a negociar podrían llegar a detalles diferentes respecto a las fronteras finales, acuerdos locales, formas de indemnización, etc.

����������� Lo importante es que si se acepta que hay un acuerdo posible, se pueden buscar mas modos posibles, quizás mejores.

����������� La contradicción entre Ginebra y la Hoja de Ruta es sólo aparente, y en definitiva apuntan a lo mismo: la disyuntiva no pasa por si cierta colina que quedará del lado oriental u occidental de la frontera, ni sobre la cantidad o ritmo de los pasos intermedios, sino por si ambos pueblos seguirán enfrascados en un desangramiento sin futuro, o si encontrarán la forma de vivir uno al lado del otro, independientemente y en seguridad primero, y en cooperación mas tarde.

 

 

 

"Hoja de ruta para una solución permanente al conflicto palestino-israelí basada en dos Estados"*

 

A continuación, presentamos los tramos más importantes del plan de paz denominado �Hoja de Ruta�, firmado el pasado 14 de mayo de 2003, en Jordania, por el Primer Ministro Israelí, Ariel Sharon y el entonces Primer Ministro palestino Mahmmoud Abbas, bajo el patrocinio de EEUU, Rusia, Comunidad Europea y ONU y la presencia del presidente de los EEUU, George W. Bush. El mismo fue publicado por el Departamento de Estado de EEUU el 30 de abril de 2003.

 

����������� "Sólo se alcanzará una solución al conflicto palestino-israelí a través del fin de la violencia y el terrorismo, cuando el pueblo palestino tenga una dirección que actúe con decisión contra el terror y tenga voluntad de construir una democracia activa basada en la tolerancia y la libertad; a través de la disposición de Israel para hacer lo necesario para que se establezca un Estado palestino democrático; y con una clara e inequívoca aceptación por ambas partes de la meta de un arreglo negociado tal y como se ha descrito."

����������� "Lo que se expone a continuación es una hoja de ruta basada en la acción y las metas perseguidas, con fases claras, calendarios, fechas límite y puntos dirigidos al desarrollo a través de pasos recíprocos por las dos partes en los campos político, de la seguridad, económico, humanitario y de construcción institucional, bajo los auspicios del Cuarteto (EEUU, Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas) El destino es un arreglo final y global al conflicto palestino-israelí para el año 2005, tal y como fue presentado en el discurso del presidente Bush el 24 de junio de 2002 y aceptado por la Unión Europea (UE), Rusia y NNUU el 16 de julio y por las declaraciones del Cuarteto ministerial el 17 de septiembre (de 2002).

����������� Sólo se alcanzará una solución al conflicto palestino-israelí a través del fin de la violencia y del terrorismo, cuando el pueblo palestino tenga una dirección que actúe con decisión contra el terror y tenga voluntad de construir una democracia activa basada en la tolerancia y la libertad; a través de la disposición de Israel a hacer lo necesario para que se establezca un Estado palestino democrático; y con una clara e inequívoca aceptación por ambas partes de la meta de un arreglo negociado tal y como se ha descrito. El Cuarteto asistirá y facilitará la ejecución del plan, comenzando por la Fase I, que incluye discusiones directas entre las partes según lo requerido. El plan establece un calendario realista para su ejecución. Sin embargo, como plan basado en la acción, el progreso requerirá y dependerá de la buena fe de las partes y de sus cumplimientos con cada una de las obligaciones que se subrayan más adelante. Si las partes llevan a cabo sus obligaciones con rapidez, el progreso de cada fase podrá hacerse efectivo antes de lo indicado en el plan. El no cumplimiento de las obligaciones impedirá el progreso.

 

Fase I: acabar con el terror y la violencia, normalizar la vida palestina y construir las instituciones palestinas (desde ahora hasta mayo de 2003)

����������� En la Fase I, los palestinos se comprometen de manera inmediata a un cese incondicional de la violencia de acuerdo con los pasos señalados más adelante; tal acción deberá ir acompañada de medidas de apoyo tomadas por Israel. Los palestinos y los israelíes reanudan la cooperación en materia de seguridad basada en el Plan Tenet para poner fin a la violencia, el terrorismo y la instigación a través de servicios de seguridad palestinos reestructurados y eficaces. Los palestinos se comprometen a llevar a cabo una reforma política preparatoria para alcanzar la categoría de Estado, incluyendo el borrador de una Constitución palestina y elecciones libres, justas y abiertas sobre la base de tales medidas. Israel lleva a cabo todas las medidas necesarias para ayudar a normalizar la vida palestina. Israel se retira de las áreas ocupadas desde el 28 de septiembre de 2000, y las dos partes restauran el staus quo que existía en aquel momento, según progresen la actuación en materia de seguridad y la cooperación. Israel igualmente congela toda la actividad de asentamientos, de acuerdo con el Informe Mitchell.

 

Al comienzo de la Fase I

����������� La dirección palestina emite una declaración inequívoca reiterando el derecho de Israel a existir en paz y seguridad y llamando a un inmediato e incondicional alto el fuego para poner fin a la actividad armada y a todos los actos de violencia contra los israelíes en cualquier parte. Todos las instituciones oficiales palestinas ponen fin a la incitación contra Israel.

����������� La dirección israelí emite una declaración inequívoca afirmando su compromiso con la visión de dos Estados; un Estado palestino independiente, viable y soberano que viva en paz y seguridad junto a Israel, según lo expresado por el presidente Bush, y llama a un inmediato fin de la violencia contra los palestinos en cualquier parte. Todas las instituciones oficiales israelíes ponen fin a la incitación contra los palestinos.

 

Seguridad

����������� Los palestinos declaran un inequívoco fin a la violencia y el terrorismo y acometen esfuerzos visibles sobre el terreno para detener, interrumpir y reprimir a los individuos y grupos que lleven a cabo y planifiquen ataques violentos contra israelíes en cualquier parte. Reconstruido y reenfocado, el aparato de seguridad de la Autoridad Palestina (AP) comienza a sostener, elegir como blanco y realizar operaciones efectivas dirigidas a hacer frente a todos aquellos vinculados con el terror y a desmantelar las capacidades terroristas y sus infraestructuras. Esto incluye comenzar a confiscar armas ilegales y consolidar la autoridad de la seguridad, libre de asociación con el terror y la corrupción. El gobierno de Israel no lleva a cabo ninguna acción que dañe la confianza, incluidas deportaciones, ataques contra civiles; confiscaciones y/o demoliciones de hogares y propiedades palestinas, como medida de castigo o para favorecer la construcción israelí: destrucción de instituciones palestinas e infraestructuras; y otras medidas especificadas en el Plan Tenet.

 

Construcción institucional palestina

����������� Acción inmediata bajo un proceso creíble para elaborar un borrador de Constitución para un Estado palestino. Tan rápido como sea posible, el comité constitucional hace circular el borrador de la Constitución palestina, basado en una fuerte democracia parlamentaria, un gobierno con un Primer Ministro con poderes, para ser comentado/debatido públicamente.

El Gobierno de Israel facilita el desplazamiento a los representantes palestinos para asistir a las sesiones del Consejo Legislativo Palestino y del gobierno, el reciclaje de la seguridad supervisado internacionalmente, la actividad electoral y otras actividades de reforma, y otras medidas de apoyo relacionadas a los esfuerzos de la reforma.

 

Respuesta humanitaria

����������� Israel lleva a cabo las medidas para mejorar la situación humanitaria. Israel y los palestinos ejecutan por completo todas las recomendaciones del Informe Bertini para mejorar las condiciones humanitarias, levantar los toques de queda y aliviar las restricciones sobre el movimiento de las personas y los bienes, permitiendo el acceso total, seguro y sin trabas al personal internacional y humanitario.

 

Sociedad civil

����������� Apoyo continuado de los donantes, incluida la financiación incrementada a través de las Organizaciones Voluntarias Privadas (OVP) y los ONG, para programas de pueblo a pueblo, desarrollo del sector privado e iniciativas de la sociedad civil.

 

Asentamientos

����������� El Gobierno de Israel desmantela de inmediato los asentamientos fronterizos construidos desde marzo de 2001. En concordancia con el Informe Mitchell, el Gobierno de Israel congela toda la actividad de asentamientos (incluido el crecimiento natural de los asentamientos).

 

Fase II: transición (de junio de 2003 a diciembre de 2003).

����������� En la Fase II, los esfuerzos se concentran en la opción de crear un Estado palestino independiente con fronteras provisionales y atributos de soberanía, basado en la nueva Constitución, como etapa intermedia hacia un arreglo de estatuto permanente. El progreso hacia la Fase II se basará en el juicio por consenso del Cuarteto acerca de si las condiciones son apropiadas para seguir adelante, teniendo en cuenta la actuación de ambas partes. Asimismo y para sostener los esfuerzos para normalizar las vidas palestinas y crear instituciones palestinas, la Fase II comienza después de las elecciones palestinas y termina en 2003 con la posible creación de un Estado palestino con fronteras provisionales. Sus objetivos primordiales son la actuación continua general y la cooperación efectiva en materia de seguridad, la continua normalización de la vida palestina y la creación de instituciones, la consecución y el sostenimiento de las metas descritas en la Fase I, la ratificación de una Constitución palestina democrática, el establecimiento formal de la oficina del Primer Ministro, la consolidación de la reforma política y la creación de un Estado palestino con fronteras provisionales.

 

Conferencia Internacional

����������� Convocada por el Cuarteto en consulta con las partes, inmediatamente después de la conclusión exitosa de las elecciones palestinas, en apoyo de la recuperación económica palestina que conduzca al establecimiento de un Estado palestino independiente con fronteras provisionales. Tal reunión sería incluyente, basada en el objetivo una paz global para el Oriente Medio (incluida entre Israel y Siria e Israel y Líbano), y basada en los principios descritos en el preámbulo de este documento.

Los Estados árabes restablecen sus vínculos con Israel (oficinas comerciales, etc.), previos a la Intifada.

����������� Se renuevan los compromisos multilaterales en cuestiones que incluyan los recursos hídricos regionales, el medio ambiente, el desarrollo económico, los refugiados y los asuntos de control de armas.

Los miembros del Cuarteto promueven el reconocimiento internacional del Estado palestino, incluida una posible condición de miembro de las Naciones Unidas.

 

Fase III: acuerdo sobre el estatuto permanente y fin del conflicto israelí-palestino (de 2004 a 2005)

����������� Se progresa hacia la Fase III, basado en el juicio por consenso del Cuarteto, y teniendo en cuenta las acciones de ambas partes y la observación del Cuarteto. Los objetivos de la Fase III son la consolidación de la reforma y la estabilización de las instituciones palestinas, la actuación palestina sostenida y efectiva en materia de seguridad, y negociaciones palestino-israelíes dirigidas a un acuerdo sobre el estatuto permanente en 2005.

 

Segunda Conferencia Internacional

����������� Convocada por el Cuarteto, en consulta con las partes, a comienzos de 2004 para ratificar el acuerdo alcanzado sobre un Estado palestino independiente con fronteras provisionales e iniciar formalmente un proceso con el apoyo activo, sostenido y operativo del Cuarteto, que conduzca a una resolución final y permanente sobre el estatuto en 2005, incluyendo fronteras, Jerusalem, refugiados, asentamientos; y para apoyar los avances hacia un arreglo global para Oriente Medio entre Israel y Líbano e Israel y Siria, a lograrse tan pronto como sea posible.

Las partes llegan a un acuerdo final y general sobre el estatuto permanente que pone fin al conflicto israelí-palestino en 2005, mediante un arreglo negociado entre las partes basado en las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 242, 338 y 1397, que termina con la ocupación iniciada en 1967, e incluye una solución acordada, justa, equitativa y realista del problema de los refugiados, y una resolución negociada sobre el estatuto de Jerusalén que tenga en cuenta las preocupaciones políticas y religiosas de ambos lados, proteja los intereses de judíos, cristianos y musulmanes de todo el mundo, materialice la visión de dos Estados, Israel y una Palestina soberana, independiente, democrática y viable, que vivan uno junto a otro en paz y seguridad.

����������� Aceptación por parte de los Estados árabes de relaciones plenas y normales con Israel y seguridad para todos los Estados de la región en el contexto de una paz global árabe-israelí."

 

*Fuente: www.nodo50.org/csca

 

 

La Iniciativa de Ginebra

A continuación, transcribimos los aspectos más sobresalientes del acuerdo no oficialfirmado en Ginebra, el pasado 12 de octubre, por algunas personalidades israelíes y palestinas.

Carta de encabezamiento

Nosotros, los abajo firmantes, un grupo de palestinos e israelíes, suscribimos, en este día 12 de octubre de 2003, un modelo borrador para un acuerdo de Status final entre los dos pueblos. En este punto de la historia, después de que el gobierno palestino y el israelí han aceptado la Hoja de Ruta (que incluye la consecución de un arreglo de status definitivo para el año 2005, basado en una solución de dos estados), consideramos que es de suma importancia para los dos pueblos y para el mundo entero un ejemplo de lo que tal arreglo definitivo podría llegar a incluir. Esto es una prueba de que, a pesar de todo el dolor que entrañan las concesiones, es posible lograr un compromiso histórico que afronte los vitales intereses nacionales de cada lado. Presentamos este modelo de acuerdo como un paquete que se constituye como un todo integral.

La experiencia pasada ha probado cuán difícil es para las entidades oficiales prepararse para las negociaciones sobre el acuerdo de Status final, debido a los temores de que cualquier trabajo detallado, técnico, implica concesiones. Para este fin también nos involucraremos en la preparación de los suplementos y apéndices que especificarán las soluciones al mayor nivel de detalle, y estarán disponibles para quienes toman las decisiones llegado el momento de sus conversaciones sobre el acuerdo de Status final.�� Entre los participantes de ambos lados, hay gente que ha ocupado posiciones oficiales en el pasado, y gente que continúa haciéndolo hoy en día. Sin embargo, en este documento, ninguno de nosotros representa a su pueblo respectivo en ningún sentido vinculante. Creemos que nuestra iniciativa representa vastas secciones de opinión pública en ambos lados. Estamos apoyados en este proceso, desde el principio, por una Fundación Privada Suiza y por el Departamento de Relaciones Exteriores de Suiza.

Este acuerdo conducirá a la creación de un Estado Soberano Palestino junto a Israel, pondrá fin a la ocupación, terminará con el conflicto y con los reclamos mutuos�.

Unconverted ImageArtículo 2-Relaciones entre las partes  

  1. El Estado de Israel debe reconocer al Estado de Palestina tras su establecimiento. El Estado de Palestina debe inmediatamente reconocer al Estado de Israel.
  2. El Estado de Palestina (en adelante "Palestina") debe ser el sucesor de la OLP con todos sus derechos y obligaciones.
  3. Israel y Palestina deben inmediatamente establecer relaciones diplomáticas y consulares completas entre sí e intercambiarán embajadores permanentes, dentro del primer mes de su mutuo reconocimiento.

9. Las Partes deben establecer modalidades robustas de cooperación en seguridad, e������������ involucrarse en un esfuerzo comprensivo e ininterrumpido para terminar con el terrorismo y la violencia dirigida contra personas, propiedades, Instituciones o territorios. Este esfuerzo debe continuar en todo momento, y debe ser aislado de toda crisis y otros aspectos de la relación entre las Partes.

Artículo 3-Grupo de Implementación y Verificación        

  1. Establecimiento y Composición
    1. Un Grupo de Implementación y Verificación (GIV) debe por la presente ser establecido para facilitar, asistir, garantir, monitorear y resolver disputas relacionadas con la implementación del Acuerdo.
    2. El GIV debe incluir a los Estados Unidos de Norteamérica, a la Federación Rusa, la Unión Europea, las Naciones Unidas y otras partes, tanto regionales como internacionales, a ser acordadas entre las Partes.
  2. Estructura

 

iii.                            La oficina central del GIV y secretariado deben ser emplazados en un sitio����������� acordado en Jerusalem.

 

Artículo 4-Territorio

  1. Fronteras Internacionales entre los Estados de Palestina e Israel
    1. De acuerdo con la Resolución 242 y 338 del CSNU, las fronteras entre los Estados de Palestina e Israel deben estar basadas en las del 4 de junio de 1967, con modificaciones recíprocas en una escala 1:1 tal como se indica más adelante en el Mapa adjunto número 1.
  2. Soberanía e Inviolabilidad
    1. Las Partes reconocen y respetan la soberanía del otro, la integridad territorial y la independencia política, así como la inviolabilidad del territorio de cada uno, incluyendo las aguas territoriales y el espacio aéreo. Deben respetar esta inviolabilidad según este Acuerdo, la carta de las Naciones Unidas, y otros marcos de la ley internacional.
  3. Retirada Israelí

                                 i.            Israel debe retirarse de acuerdo al artículo 5.

                                ii.            Palestina debe asumir responsabilidad en las áreas de las cuales Israel se retira.

  1.  Demarcación

                                 .             Una Comisión Técnica Conjunta de Fronteras (Comisión) compuesta por las dos Partes debe ser establecida para conducir la demarcación técnica de la frontera de acuerdo a este artículo. El Procedimiento que rige el trabajo de esta Comisión está reglamentado en el Anexo X.

  1. Asentamientos

                                 .            El Estado de Israel debe ser responsable por el reasentamiento de los israelíes que residen en el territorio soberano palestino en áreas fuera de este territorio.

  1. Corredor

                                 .            Los estados de Palestina e Israel deben establecer un corredor que una la Ribera Occidental con la Franja de Gaza. Este corredor debe:

      1. Estar bajo soberanía israelí.
      2. Estar permanentemente abierto.
      3. Estar bajo administración palestina de acuerdo al Anexo X de este Acuerdo. La ley palestina debe aplicarse a las personas que lo utilizan y a los procedimientos relativos al mismo.

Artículo 5-Seguridad

  1. Provisión de Seguridad general
    1. Las Partes aceptan que el mutuo entendimiento y la cooperación en asuntos vinculados con la seguridad formarán una parte significante de sus relaciones bilaterales y en adelante contribuirán a mejorar la seguridad en la región. Palestina e Israel deben basar sus relaciones de seguridad en la cooperación, la confianza mutua, las relaciones de buena vecindad y la protección de sus intereses compartidos.

2.     Seguridad Regional

    1. Israel y Palestina deben trabajar junto con sus vecinos y con la comunidad internacional para construir un Medio Oriente seguro y estable, libre de armas de destrucción masiva, tanto convencionales y no convencionales, en el contexto de una paz comprensiva, duradera y estable, caracterizado por la reconciliación, la buena voluntad, y la renuncia al uso de la fuerza.

3.     Características defensivas del Estado Palestino

    1.  Ninguna fuerza armada, además de la especificada en este Acuerdo, serán desplegadas o estacionadas en Palestina.
    2.  Palestina debe ser un Estado no-militarizado, con una fuerza de seguridad fuerte. En consecuencia, las limitaciones en el armamento que puede ser adquirido, almacenado o utilizado por la Fuerza de Seguridad Palestina (FSP) o producido en Palestina deben ser especificados en el Anexo X. Cualquier cambio propuesto al Anexo X deberá ser considerado por un Comité Trilateral compuesto por las dos Partes y las FM. Si no se alcanza ningún acuerdo en el Comité Trilateral, el GIV podrá realizar sus propias recomendaciones.
  1. Terrorismo
    1. Las Partes rechazan y condenan el terrorismo y la violencia en todas sus formas y deben ejercer políticas en consecuencia. Además, las partes deben abstenerse de acciones y políticas propensas a nutrir el extremismo y a crear condiciones propicias al terrorismo en ambos bandos.
  2. Incitación
    1. Sin perjuicio a la libertad de expresión y otros derechos humanos reconocidos internacionalmente, Israel y Palestina deben promulgar leyes para prevenir la incitación al irredentismo, racismo, terrorismo y violencia y deberá hacerlos cumplir vigorosamente.
  3. Fuerza Multinacional
    1. Una Fuerza Multinacional (FM) debe ser establecida para proveer garantías de seguridad a las Partes, actuar como disuasivo, y supervisar la implementación de las provisiones relevantes de este Acuerdo.
    2. Para desempeñar las funciones especificadas en este Acuerdo, la FM debe ser desplegada en el Estado de Palestina. La FM debe entrar en el apropiado Acuerdo de Status de Fuerzas (ASDF) con el Estado de Palestina.
  4. Evacuación 
    1. Israel debe retirar todo su personal y su equipamiento militar y de seguridad, incluyendo minas de tierra, y toda persona empleada para su apoyo, y todas las instalaciones militares del territorio del Estado de Palestina, excepto las acordadas de otra forma en el Anexo X, en etapas.
  5. Estaciones de alerta 
    1. Israel podrá mantener dos Estaciones de Alerta (EA's) en la parte norte y central de la Ribera Occidental en los emplazamientos establecidos en el Anexo X.
    2. La seguridad interna de las EA's deberá ser responsabilidad de Israel. El perímetro de seguridad de las EA's debe ser responsabilidad de las FM.
  1. Espacio Aéreo 
    1. Aviación civil

                                                        .            Las partes reconocen como aplicables mutuamente los derechos, privilegios y obligaciones provistas por los Acuerdos Multilaterales de Aviación de los cuales ambos son partes, particularmente por la Convención sobre Aviación Civil Internacional de 1944 (la Convención de Chicago) y los Acuerdos de Tránsito de Servicios Aéreos de 1944.

    1. Entrenamiento

                                                        .            La Fuerza Aérea Israelí debe estar habilitada para utilizar el espacio aéreo soberano palestino para propósitos de entrenamiento de acuerdo al Anexo X, que deben basarse en reglas pertinentes al uso de espacio aéreo Israelí por parte de la FAI.

  1. Esfera electromagnética 
    1. Ningún uso de las esferas electromagnéticas por cualquiera de las Partes podrá interferir en el uso de la otra.
    2. El GVI debe monitorear y verificar la implementación de esta cláusula y el Anexo X.
  2. Ejecución de la ley 
    Las agencias de implementación de la ley palestinas e israelíes deben cooperar en combatir el tráfico ilícito de droga, el tráfico ilegal de artefactos arqueológicos y objetos de arte, crimen de un lado y otro de la frontera, incluyendo robo y fraude, crimen organizado, tráfico de mujeres y menores, TV y estaciones de radio piratas y otras actividades ilegales.
  3. Cruce de Fronteras Internacionales 
    1. Los siguientes arreglos deben aplicarse a fronteras que cruzan entre el estado de Palestina y Jordania, el Estado de Palestina y Egipto, así como aeropuertos y puertos navales de ingreso al Estado de Palestina.
    2. Todos los cruces de frontera deben ser monitoreados por equipos conjuntos compuestos por miembros de las FSP y las FM. Estos equipos deben prevenir la entrada en Palestina de cualquier armamento, material o equipo que contravenga las previsiones de este Acuerdo.

Artículo 6-Jerusalem

  1. Importancia religiosa y cultural
    1. Las Partes reconocen la importancia universal, histórica, religiosa, espiritual y cultural de Jerusalem y su santidad, tal como lo demarca el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. En reconocimiento a este status, las Partes reafirman su compromiso de salvaguardar el carácter, la santidad, y la libertad de culto en la ciudad y de respetar la división existente de funciones administrativas y prácticas tradicionales entre varias sectas.
  2. Capital de Dos Estados 
    Las Partes deberán tener sus capitales mutuamente reconocidas en áreas de Jerusalén que estén bajo su respectiva soberanía.
  1. Al - Haram al -Sharif / Monte del Tempo (recinto) 
    1. Grupo Internacional
      1. Un grupo internacional ("GI"), compuesto por el GVI y otras partes a ser acordadas por las Partes, incluyendo miembros de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), deben por la presente ser establecidos para monitorear, verificar, y asistir en la implementación de esta cláusula.
    2. Transferencia de Autoridad
      1. Al final del periodo de retirada estipulado en los Artículos 5/7 (Evacuación), el Estado de Palestina podrá declarar soberanía sobre el Recinto.
      2. El Grupo Internacional, y sus órganos subsidiarios, podrán seguir existiendo y cumplir todas las funciones estipuladas en este artículo, a menos que ambas partes acuerden lo contrario.
  2. El Muro de los Lamentos 
    El muro de los lamentos debe estar bajo soberanía israelí.
  3. La ciudad vieja
    1. Importancia de la ciudad vieja
      1. Las Partes ven la Ciudad Vieja como un todo que disfruta un carácter único. Las Partes están de acuerdo en que la preservación de este carácter único, junto con la salvaguarda y la promoción del bienestar de los habitantes, deben guiar la administración de la Ciudad Vieja.

Policía

a.       El GIV debe establecer una Unidad Policial (UP) para la Ciudad Vieja para coordinar y asistir las fuerzas policiales palestinas e israelíes en la Ciudad Vieja, para disipar tensiones locales y ayudar a resolver disputas, y a desempeñar labores policiales en lugares de acuerdo a los procedimientos operacionales detallados en el Anexo X.

  1. Inteligencia y seguridad
        1. Las partes deben establecer una intensa cooperación de Inteligencia respecto a la Ciudad Vieja, incluyendo el compartir información de amenazas.

Artículo 7-Refugiados 

  1. Importancia del problema de los Refugiados
    1. Las Partes reconocen que, en el contexto de dos estados independientes, Palestina e Israel, viviendo lado a lado en paz, una resolución del problema de los refugiados es necesaria para lograr una paz justa, comprensiva y duradera entre ellos.
  2. Resolución 194, Resolución 242 y la Iniciativa de Paz Árabe
    1. Las Partes reconocen que la Resolución 194 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y la Iniciativa de Paz de la liga Árabe (Artículo 2.ii.) -concernientes a los derechos de las refugiados palestinos- representan la base para resolver la cuestión de los refugiados y acuerdan en que estos derechos están cumplidos según el artículo 7 de este Acuerdo.
  3. Compensación
    1. Los refugiados deben ser merecedores de compensación por su condición de tales y por la pérdida de propiedad. Esto no debe prejuzgar o ser prejuzgado por el lugar permanente de residencia del refugiado.
    2. Las Partes reconocen el derecho de Estado a remuneración que han albergado los palestinos.
  1. Elección libre e informada 
    El proceso mediante el cual los refugiados palestinos deberán expresar su elección de LRP deberá ser en base a una decisión libre e informada. Las Partes mismas están comprometidas y alentarán a terceros para facilitar la libre elección de los refugiados al expresar su preferencias, y para contrarrestar cualquier intento de interferencia o presión organizada sobre el proceso de elección. Esto no prejuzga el reconocimiento de Palestina como la realización de la autodeterminación y del estatismo palestino.

6.�� Fin del status de refugiados
El estatus de refugiado palestino deberá terminar tras la realización de un Lugar Permanente de Residencia (LPR) de cada individuo refugiado tal como lo determine la Comisión Internacional.

7.��� Fin de los reclamos 
Este Acuerdo tiene en cuenta la resolución permanente y completa del problema de los refugiados palestinos. Ningún reclamo podrá elevarse excepto aquellos relacionados con la implementación del Acuerdo.

8. Rol internacional 
Las Partes llaman a la Comunidad Internacional a participar enteramente en la resolución comprensiva del problema de los refugiados según este Acuerdo, incluyendo, inter alia,  el establecimiento de una Comisión Internacional y un Fondo Internacional.

����������� Comité de Determinación de Status��

  1. UNRWA
    1. La UNRWA debe ser retirada por etapas en cada uno de los países en donde opera, basado en el fin del status de refugiados en ese país.
    2. La UNRWA debe cesar de existir cinco años después del comienzo de las operaciones de la Comisión. La comisión debe delinear un plan para el retiro por etapas de la UNRWA y debe facilitar la transferencia de las funciones del UNRWA a los países anfitriones.

     

     

Un nuevo regalo europeo a Arafat

Por Gustavo Perednik
(Desde Jerusalem, Israel)

Cuando se refieren al tema del Medio Oriente, los medios europeos eliminan todo debate. La única postura que cabe en ellos es, como en el caso del matutino argentino de mayor tirada, �culpe a Israel y después averigüe�. Racionalizan su maniqueísmo por medio de entrevistas a personeros del odio antiisraelí, quienes sabihondamente explican cómo el 99% del Medio Oriente, que vive liberado bajo los ilustrados regímenes árabe-musulmanes, necesita apoderarse del 1% restante para alcanzar su nirvana de liberación.

     ����������� Que ese 1% constituya la única democracia del Medio Oriente, un desierto en un vergel, una potencia tecnológica y cultural, y un abastecedor de medicina y agricultura a los países subdesarrollados, es escandaloso. Es parte de la típica soberbia sionista ya que, atrevámoslo a revelarlo: don 1% es, oh horror, un Estado judío.

     ����������� Compréndase de una vez que los judíos ya tenemos harta a la culta Europa con esta locura nuestra de querer tener nuestro Estado propio, uno en donde nos hubimos refugiado de la culta Europa que ya había estado harta de nosotros cuando no teníamos Estado propio, y que por lo tanto merece en su hartazgo nuestra simpatía y conmiseración.

     ����������� Detalle más, detalle menos, los entrevistados en los medios europeos repetirán ese argumento hasta que los judíos nos deshagamos de nuestra arrogancia y dejemos de molestarlos con vallas para reprimir las balas liberadoras que se disparan contra párvulos sionistas, o con puestos de control que ofenden a las pacifistas bombas que se lanzan contra pizzerías y discotecas, vestidas de niños palestinos que con dinero europeo han aprendido en la escuela que los dos portales al paraíso son matar judíos y morir a edad temprana.

    ������ Los voceros más buscados por Europa serán judíos, si es posible israelíes, que se avengan a sumar sus argumentos a la justiciera cirugía que trabaja para extirpar el cáncer judío del Medio Oriente. La operación permitirá que los pueblos árabes gocen finalmente de la libertad y educación que le proveen sus augustos soberanos.

     ����������� Avi Shlaim es profesor en Oxford, Gabriel Pieterberg en California, Yosef Grodzinsky en Tel Aviv, y hay otros ilustres intelectuales así que, a pesar de su ciudadanía israelí, han reparado en que de los muchos males de este planeta ninguno es tan dañino como Israel, ninguno como éste demanda de urgente violencia para contenerlo. Pocos placeres encuentran los diarios europeos, semejantes a entrevistar a tríos como el mentado, antisionistas de todos los colores y tamaños. Europa estaría aun dispuesta a pagarle un viaje a Suiza a cualquiera que promoviera la entrega de Israel a Arafat.

     ����������� En rigor, ya lo ha pagado. El gobierno suizo se hizo cargo de todos los gastos de periodistas atolondrados, políticos fracasados y artistas apaciguadores, que llegaron desde Israel a Ginebra para loar a Arafat y denigran a Israel.

     ����������� En Suiza se reunieron pues, alegremente, para rubricar con �la firma israelí� un documento que del lado palestino fue firmado por el representante de Arafat. No es la paz lo que motiva a Europa, sino sancionar su centésima canonización del programa de destruirnos por etapas. Es su manera de prolongar la guerra en el Medio Oriente, internacionalizar el conflicto, y ganar un poco de relevancia como �mediadores� después de que los EE.UU. han probado ser títeres sionistas.

     ����������� No se oyó en Ginebra ni una sola crítica contra cabecillas palestinos de ninguna corriente, ni palabra alguna acerca de la responsabilidad que les cabe a ellos en la sangrienta guerra que nos han impuesto por tres años (por ochenta años). Una vez más, la única parte culpable que debe admitir responsabilidades, es Israel y sólo Israel. Los discursos de los palestinos ni siquiera condenaron al terrorismo (para mis lectores europeos, aclaro que esa palabra se conoce, cuando las víctimas son judías, bajo el nombre de �resistencia legítima�).

    ����������� Ningún documento producido en Ginebra menciona la aceptación de Israel como Estado judío. Ese es un aspecto de la nueva mentira europea (y de sus cómplices israelíes) que tiene como objeto ablandar las resistencias del pueblo israelí ante el proyecto suicida. El �acuerdo� se autodefine como firmado por un �Estado de israelíes� (judíos y palestinos) y un �Estado de palestinos�.

     ����������� Es decir que una vez que Israel se avenga a concederlo todo, el Estado palestino vecino, de pura raigambre árabe, podrá lanzarse a una campaña de solidaridad con sus hermanos palestinos que han quedado en el Oeste bajo ocupación sionista, y demandarán de Israel que los trate mejor. Previsiblemente su demanda sonará más convincente cuando se la acompañe como ahora, con bombas que maten niños en ómnibus (el asesinato de niños judíos no es condenado siquiera en las Naciones Unidas).

     ������ Y si los israelíes tampoco entran en razones de este modo, ello no será impedimento, puesto que en Ginebra se ha estipulado que, en caso de diferencia de criterios, definirán la situación las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Liga Árabe (��), Rusia y los EE.UU. Esperemos que los israelíes no se empecinen en cuestionar la ecuanimidad de ese grupo, porque después de todo es lo que establecen los acuerdos.

     ������ Quienes han firmado la iniciativa de Ginebra del lado de Israel, provienen de más allá de la izquierda laborista. Su visión es herencia directa del marxismo. Ven a la política como una ciencia exacta, y ellos no pueden cometer errores, porque ellos saben.

    ��������� Que en el pasado cercano nos hayan empujado a los israelíes al mismo abismo terrorista y a la misma trampa, la de los acuerdos de Oslo, no los disuade. Si la realidad no ha salido de acuerdo a como la planearon Beilin y Burg, pues la realidad está equivocada. Y hay que imponerla nuevamente en Ginebra. Negociar sin haber sido elegidos para ello no les suena a socavar la democracia, sino a aplicar la verdad absoluta en materia política. Cuando haya elecciones en Israel y su propuesta sea demolida en las urnas por la sensatez del votante israelí (pertinaz en evitar el suicidio colectivo), los ginebrinos sonreirán socarronamente y seguirán su plataforma impávidos. No los entendemos nosotros, los tontos. Europa los financia y aplaude, y ellos no requieren de ser gobierno legítimo porque la verdad absoluta les es suficiente.

     ����������� Como al escribir estas líneas no me arrogo poseer la verdad, preveo que habrá quienes disentirán con mis reflexiones. Me alegro, así podremos debatir ideas y huir de la monocromía europea y de la pluralidad de ideas del mundo árabe.

    �������� Me limito a solicitar a mis contradictores que no atribuyan mis imperfecciones a que amo la guerra. Es cierto: quienes se oponen a la iniciativa de Ginebra del lado árabe, se oponen a ella porque intuyen que traerá paz con Israel. Pero quienes nos oponemos del lado israelí (es decir la mayoría de los israelíes) la resistimos porque iniciativas así sólo promueven la violencia. Y los israelíes queremos paz. Una paz perdurable basada en el mutuo respeto y no en la desaparición de una de las partes contendientes, que fue y sigue siendo la meta de Arafat y su morralla.