P�gina Principal
Staff
Ultimo Editorial
Ultimo Horizonte en PDF
Ultimos Artículos
Dossiers
La Noticia del Día
Revistas Anteriores
Art�culos Recomendados
Archivo de Art�culos
Links Recomendados
Registro
Contacto
 
 
 

La victoria de Hamas en las legislativas palestinas

�El fin del diálogo?

Autor: Zidane   Zeraoui
�La actitud de las autoridades israelíes es �la consecuencia del miedo judío� y los gobernantes actúan siempre sobre la base del peor escenario y, de ahí, esa barrera casi insuperable en la psicología colectiva" declaró el ex-embajador israelí, Schlomo Ben Ami en Madrid cuando presentó su libro Cicatrices de guerra, heridas de paz. El análisis del ex-diplomático retoma importancia en la actualidad frente al triunfo del movimiento radical Hamas en las elecciones legislativas palestinas del 25 de enero pasado.

En efecto, el triunfo del fundamentalismo palestino plantea la problemática del futuro de las negociaciones entre Israel y sus vecinos palestinos en la medida que el movimiento se convierte en el gobierno palestino y en el portavoz de las reivindicaciones de la población.

Sin embargo, la negación del primer israelí en ejercicio, Ehud Olmert, en negociar con un �grupo terrorista� puede llevar a un impasse político a la región y agudizar aún más las relaciones de por sí bastante deterioradas entre los dos vecinos. El punto central de la controversia es saber si el Hamas puede o no ser un interlocutor viable para Israel.

El no reconocimiento de Israel que plantea el movimiento palestino no puede representar el único argumento para excluirlo de la �Hoja de Ruta� en la medida que el mismo partido en el poder en Israel, por lo menos hasta antes de la escisión del Likud, plantea en sus estatutos, desde el 2002, el no reconocimiento de un Estado palestino. Esta doble lógica con un fuerte ingrediente religioso es parte de la vida política regional.

Las causas de una victoria

La victoria del Partido de la Resistencia Islámica (Hamas) en las elecciones palestinas del 25 de enero pasado (76 diputados contra 43 de Al Fatah de un total de 132) cambió las condiciones políticas del Medio Oriente. El mundo cccidental ve con temor que la democracia que tanto exigía le dio la victoria a un movimiento indeseado; Israel, tras años de desautorización y destrucción sistemática de la moderada Autoridad Nacional Palestina (ANP), debe asumir que su mayor enemigo ha tomado el poder; Al Fatah, el movimiento dominante creado por Yasser Arafat, fue derrotado por su corrupción e indecisión y debe reformarse so pena de desaparecer del escenario palestino; Hamás, esperaba un buen resultado pero no una victoria tan contundente.

En el mundo árabe la incredulidad dominó los sentimientos de los líderes: mientras que Siria e Irán festejaban la victoria de Hamas, en El Cairo o en Amman, fué más bien la preocupación que prevaleció.

A pesar de los temores suscitados en el mundo occidental, y aún cuando el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, haya designado a Hamas para formar el nuevo gobierno en Cisjordania y Gaza, el proceso de paz y la �Hoja de Ruta� aprobada en el 2003 por el cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, ONU y Rusia) seguirían sin modificaciones sustanciales. En efecto, el sistema palestino otorga amplios poderes al presidente y, formalmente, quien debe negociar con Israel un tratado de paz es la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y no la ANP, que es un Gobierno gestor de los territorios ocupados. El primer ministro y el gobierno, que elige el Parlamento, tienen poderes limitados, ya que en su momento Arafat se reservó el control de las fuerzas de seguridad y el poder judicial y ciertas prerrogativas del poder ejecutivo y legislativo, que hoy retiene Mahmud Abbas.

La decisiva victoria de Hamas no lo conllevó a endurecer su posición. Al contrario, el partido adoptó una prudente actitud para celebrar su éxito electoral. Una vez conocidos los resultados, el líder de Hamas, Mahmud al Zahar, pidió una entrevista con Abbas, el presidente de la ANP y declaró que si Israel interrumpe sus operaciones militares, en particular en Gaza, una nueva tregua es posible. Contra toda expectativa el gobierno propuesto por Hamas incluye por primera vez en la historia política palestina a mujeres, a pesar de su imagen como movimiento fundamentalista y por ende anti-femenino. La inclusión de mujeres le da a Hamas una autoridad moral que la ANP no tenía anteriormente.

Por otra parte, frente a la crisis suscitada por la publicación de las caricaturas de Mahoma primero en Dinamarca y posteriormente en varios periódicos europeos, Hamas ha tomado una actitud que contrasta con lo ocurrido en otros países. Mientras que en Líbano, Siria, Irak o Irán las manifestaciones se han orientado a tomar como blanco instituciones europeas, en Gaza, Hamas movilizó a sus fuerzas para proteger a las iglesias cristianas y a las representaciones europeas.

Frente a esta actitud de relativa apertura, tanto Israel como el mundo occidental condenaron de antemano la futura posición de Hamas. Tel Aviv ya anunció que no negociará con �un gobierno terrorista� y podría seguir con su política unilateral como la ya realizada por Ariel Sharon en los últimos meses. La condena de antemano de Hamas y la negativa que varios gobiernos plantean para reconocer un posible gobierno palestino encabezado por el partido ganador de las elecciones palestinas, contradice la lógica de los procesos meso-orientales. En efecto, el propio Likud, el Partido de Ariel Sharon (hasta finales del 2005) y de Benjamin Netanyahu, votó el 12 de mayo del 2002 en su comité central una resolución por la que se opone formalmente a la creación de un estado palestino, que en términos de Hoja de Ruta, imposibilitaría a un gobierno del Likud a negociar con cualquier gobierno palestino. Esta posición es la contraparte de la de Hamas de no reconocer a Israel. Y sin embargo, Ariel Sharon terminó por aceptar la posibilidad de la existencia de dos estados.

La victoria del Hamas es la conclusión de un proceso lógico. Desde su nacimiento el movimiento ha izado la bandera de la resistencia contra la ocupación israelí, planteando que �es la obligación de todo musulmán, hombre o mujer�. Su rechazo de los acuerdos de Oslo y su oposición a la OLP, lo han convertido en la única opción viable frente a la corrupción y a la política tibia de Al Fatah.

Por otra parte, en Israel, desde hace varios años, el electorado optó por la mano dura primero con Benjamin Natanyahu y luego con Ariel Sharon. Así, los palestinos respondieron con la misma dureza que los israelíes: los radicales de Hamas pueden lograr la paz más que los moderados de la OLP.

Contrariamente a la visión occidental sobre el movimiento, para los palestinos, Hamas es sinónimo de orgullo y resistencia y sobre todo de honradez y rectitud. La actividad social del movimiento rebasa de lejos la presencia de la Autoridad Nacional Palestina que no supo responder a las necesidades de una población oprimida y sin esperanzas. Hamas es percibido por los palestinos y en particular por los refugiados, como una organización eficaz, honrada y en la que se puede confiar. Al igual que el Hezbolla en el Líbano, Hamas empieza siendo un movimiento violento radical, pero que logró imponerse políticamente.

Lo que sucedió en Palestina no es un caso aislado. En todos los países musulmanes en donde se han llevado a cabo elecciones limpias, son los movimientos islamistas los que han triunfado. El desgaste político, la corrupción, el nepotismo, el crecimiento de la pobreza y la desesperanza frente a un sistema político que se ha derrumbado, han permitido a los grupos fundamentalistas erigirse como la opción más lógica y saludable, presentando a los �verdaderos musulmanes� como personas intachables y honestas. La ecuación islamista-honestidad ha jugado en muchos países y ha permitido la irrupción política de los radicales religiosos en los escenarios electorales. En Argelia con el Frente de Salvación Islámica en 1991, en Turquía con Reyep Erdogan en el 2003, en Egipto con la Hermandad Musulmana en septiembre del 2005, los fundamentalistas crecieron frente a las fuerzas políticas tradicionales.

Profundas repercusiones:

La victoria de Hamas tendrá varias consecuencias. En primer lugar una influencia en las elecciones israelíes del 28 de marzo próximo. Toda la prensa israelí y los candidatos a las legislativas del 28 de marzo han centrado su atención en Hamas. Benjamin Netanyahu ha aprovechado estos resultados para nuevamente criticar la política de Sharon de un retiro unilateral y podría convencer al electorado israelí de votar más a la derecha, permitiendo que la rama radical del Likud llegue al poder.

En el encuentro que el líder del Likud mantuvo con la prensa extranjera acreditada en Jerusalem el 21 de febrero pasado de más de una hora, �Netanyahu dedicó 10 minutos a hablar de economía, y el resto, a detallar sus políticas sobre Hamas. Netanyahu dedicó gran parte de su intervención a recordar que él había advertido del fracaso de Oslo, del auge del islamismo y del error de abandonar Gaza-- afirmó que Israel "debe levantar tres muros alrededor de Hamás": uno de seguridad (introducir aun más el muro de Cisjordania dentro de la Línea Verde y no tener complejos a la hora de emplear la fuerza militar), otro político (aislamiento internacional de la ANP) y un tercero económico (que no llegue "ni un céntimo" a la ANP para "obligar a la sociedad palestina a escoger otro camino") .

Las críticas de Netanyahu se dirigen hacia el actual primer ministro, Ehud Olmert, que ha tenido una actitud tibia según él y permitido las elecciones palestinas en Jerusalem. Sin embargo, el gobierno israelí para no verse rebasado por el discurso radical del Likud anunció une serie de medidas escalonadas para hacer fracasar la política de Hamas. En primer lugar, congelar la transferencia de alrededor de 50 millones de dólares al mes que Israel recaba por concepto de aranceles de los productos palestinos. Además se pretende:

� Prohibir la entrada de los obreros palestinos desde Gaza a Israel

� Restringir el cruce en Karni entre Gaza y Israel de alimentos básicos, combustible, agua y ayuda básica.

� Cancelación del permiso para construir el puerto de Gaza

� Cancelación de los permisos V.I.P: para los legisladores palestinos que cruzaban de Gaza a Cisjordania.

� Se busca interrumpir las posibles futuras transferencias de dinero de los países árabes a un gobierno palestino dirigido por Hamas .

La eficiencia de las medidas es cuestionada por muchos intelectuales israelíes e inclusive por los servicios de seguridad porque pueden al contrario reforzar la posición del fundamentalismo. El embargo contra Saddam Hussein durante más de 10 años no logró mermar la posición del dictador iraquí y al contrario le permitía justificar las carencias de su pueblo con el pretexto del boicot. �Son medidas que, con dudoso gusto, el principal asesor de Sharon, Dov Weisglass, definió como "una cita con un dietista. Los palestinos van a adelgazar con creces, pero no morirán". Una frivolidad hablar de dietas para una población que, según la ONU, tiene un desempleo del 28% y cuyo 40% vive por debajo del umbral de la pobreza (1,5 euros por día). Para moverse en Cisjordania, los palestinos y sus productos deben atravesar unos 400 puestos de control, uno de los principales obstáculos, según el Banco Mundial, para el desarrollo de una economía que depende de la ayuda internacional� .

Por otra parte, tanto Estados Unidos como la Unión Europea amenazan en no seguir con sus contribuciones a la ANP. Sin embargo, para Hamas, no habrá ningún problema financiero: por una parte, la OLP nunca entregaba el dinero que recibía y por la otra, el mundo islámico (entre otros Irán) podrían fácilmente reemplazar al mundo occidental. De hecho ya Teherán y varios otros gobiernos, incluyendo la propia Liga Árabe se han comprometido en respaldar financieramente a la nueva autoridad palestina encabezada por Hamas.

El regreso de Rusia

Lo más interesante de las repercusiones de la victoria de Hamas es la nueva política rusa hacia la región. Desde el derrumbe de la Unión Soviética, Moscú había mantenido un perfil bajo en el Medio Oriente salvo en lo relacionado con la cuestión nuclear iraní. Sin embargo, unos días después de las elecciones palestinas, el 9 de febrero pasado, el presidente ruso, Vladimir Putin invitó al liderazgo de Hamas a visitar Rusia y unos días más tarde al gobierno israelí para realizar un recorrido similar.

La decisión de Moscú se debe analizar en el contexto del deterioro de las relaciones de Rusia con Estados Unidos y la voluntad de Putin de mostrar la capacidad de su país de retomar un papel activo en la región y además de poder ser un intermediario entre el radicalismo palestino y el gobierno israelí. Las críticas norteamericanas a la ausencia de una verdadera democracia en Rusia y la incorporación de las ex repúblicas soviéticas a la OTAN se han interpretado como parte de un cerco contra la antigua superpotencia. Cada vez más en Rusia las voces se levantan para cambiar el rumbo del país y limitar tanto la democracia como la política liberal y relanzar los intereses regionales de Moscú, en sus áreas estratégicas.

�La posición dominante es que las demandas de incrementar la democracia por parte de Condoleeza Rice son destinadas a ir debilitando a Rusia en el futuro. Los que plantean este punto de vista cuestionan el comportamiento de la inteligencia estadounidense en las áreas de la antigua Unión Soviética porque la ven como parte de su propia esfera de influencia. En particular, ven a los acontecimientos de Ucrania como una evidencia que Estados Unidos busca provocar la implosión de Rusia, presionando para que se lleven a cabo reformas al interior y cercándola con aliados norteamericanos que le son hostil� Rusia busca con esta invitación a Hamas mostrar que tiene intereses específicos en la región y que pueden oponerse a los de los Estados Unidos. Además Moscú ha mostrado tener su propia agenda en el Medio Oriente, en particular en relación a Siria y a Irán, dos estados en la lista negra norteamericana, pero clientes importantes para Moscú. Por otra parte, si Estados Unidos está presente en el Báltico, en el Cáucaso y en Asia Central, oponiéndose a los intereses rusos, estos últimos buscan retar a Washington en su zona de interés, el Medio Oriente, en particular en esta coyuntura negativa en Irak y Afganistán.

Finalmente, el acercamiento ruso-palestino puede llevar indirectamente a que Hamas se convierta en un abogado de los intereses de Moscú en particular en lo que se refiere a la guerrilla chechena.

Conclusión

Un panorama complejo para el Medio Oriente, pero como dijo el ex-presidente norteamericano, James Carter: "No empujen a los palestinos hacia la irracionalidad. No los empujen a asumir que las armas son el único medio para lograr sus legítimas aspiraciones. Démosles cierto apoyo y el beneficio de la duda�.

No podemos negociar con quién quisiéramos sino con quién deberíamos.

Notas:

Coordinador de la Maestría en Estudios Internacionales del ITESM, Campus Monterrey, México y autor de varios libros sobre temas internacionales.

2 Cfr. Sanchís, Luz. �Shlomo Ben Ami desbroza en un libro el conflicto árabe-israelí� en El Periódico de Catalunya, 23 de febrero de 2006.

3 El líder del partido, Ismael Haniya, el más moderado frente por ejemplo a la posición de Mahmoud Al-Zahar, fue designado para formar un gobierno. Desde el inicio Haniya planteó la necesidad de una coalición con el Fatah, el movimiento de Yasser Arafat.

4 Cañete Bayle, Joan. �La prensa israelí y el Hamas� en El periódico de Catalunya, 22 de febrero de 2006.

5 Cfr. New York Times, 20 de febrero de 2006.

6 Cañete Bayle, Joan �Medidas de castigo israelíes por la formación de un gobierno de Hamas� en El Periódico, 19 de febrero de 2006.

7 Friedman, George �The Middle East and Russia�s New Game� en Geopolitical Intelligence Report, 14 de febrero de 2006

Dispar reacción de la derecha y la izquierda israelí al triunfo de Hamas

La oposición culpa al gobierno de Sharón y se posiciona de cara a las elecciones